DISEÑADOR DE EXIN
Por fin, después de semanas de espera, consigo encontrarme con el Sr. Ignasi Castelltort, diseñador de Exin en su etapa más gloriosa. Ignasi es conocido, respetado y querido por el amplio grupo de Tente.
Aunque para los coleccionistas y seguidores de Madelman se puede decir que ha permanecido su trabajo en el anonimato, en un momento de su trayectoria se cruzó con ellos, y de aquí mis ganas de conocerlo y revivir esos momentos.
Después de una hora y media de viaje en coche, llego al pueblo donde vive Ignasi. Aunque ya está jubilado, en su casa vive rodeado por toda la historia de su trabajo. Su taller estudio es un inmenso museo de sus diseños y maquetas, combinado con todas las herramientas posibles para diseñar sus propios trabajos.
Me resulta difícil definir al Sr. Castelltort, pero conforme han pasado los días me he atrevido a hacerlo: ante todo, una persona muy educada, respetuoso, acogedor, con una risa contagiosa, agradable y, sobre todo, muy sencillo y humilde cuando habla de su trabajo.
Yo lo definiría como diseñador, artista y creador, apasionado de su trabajo, en resumen, está impregnado de la esencia del trabajo bien hecho y de aquellos años tan nostálgicos. Para mí, un caballero.
Nos sentamos con una taza de café. Yo, para variar, estoy inquieto. Él, muy tranquilo y relajado. Comentamos cuatro cosas y empezamos a charlar de temas en común. Pasados unos treinta minutos, decido no seguir el guión y dejar que la conversación tome su propio rumbo.
LA LLEGADA A EXIN
¿Cómo llegaste a Exin?
Yo estudié en la escuela de diseño Massana de Barcelona.
En el año 74, y, a través de un anuncio en el periódico, vi que Exin buscaba un diseñador industrial. Me presenté y me entrevistó el Sr. Sotelo, responsable del área de diseño y desarrollo en la empresa.
Por aquel entonces había muy pocas empresas que consideraran el diseño industrial. El Sr. Sotelo puso en marcha este departamento, ya que querían darle mucha importancia a la creatividad del diseño antes de pasarlo a oficina técnica. Este mérito hay que reconocérselo.
El caso es que pasé dos entrevistas, incluido un examen…estaba preseleccionado, supongo. Al cabo de un tiempo me llamaron para la última entrevista, esta vez ya con el Sr. Arnau, dueño de Exin.
Siempre me habían gustado las formas de las máquinas, locomotoras, barcos, etc... Por eso me decanté por el diseño. Ya desde pequeño construía mis propios juguetes, barcos, trenes,…con cartulina y papel. Llevé unos cuantos a mi entrevista y, por lo que supe mucho después, finalmente fue el Sr. Arnau quien quiso contratar a la persona que había hecho esas maquetas, ya que el Sr. Sotelo tenía en mente contratar a otra persona.
¿Cómo era el Sr. Arnau?
Un señor muy serio, autoritario, un poco dictador; pero sabía lo que quería, y eso para mí era importante. Además se jugaba su dinero en la empresa, cosa muy admirable. Él era el origen de casi todo lo que se proyectaba. Daba la idea y marcaba los objetivos. Esto tenía su parte negativa porque, sobre la marcha, podía cambiar bastante estos objetivos; pero también su parte positiva, ya que al Sr. Arnau le encantaba el mundo del juguete, y procuraba que todo saliera perfecto.
¿Y cuando entraste, qué es lo primero que hiciste?
Me destinaron directamente a TENTE. Estaba en la oficina de diseño con todo el resto de personas que diseñaban para las distintas líneas: proyectistas, grafistas,… unas seis personas más o menos.
El Sr. Arnau también sabía valorar las iniciativas: sin ir más lejos, los barcos de TENTE los empecé como diversión propia, y él dio su aprobación para desarrollar la nueva línea de embarcaciones.
Se inició un gran cambio dentro de TENTE: nuevos temas, nuevos modelos, etc… Había muchos proyectos que no llegaban a ver la luz: se empezaban a hacer, a dibujar, pero tenían que pasar por multitud de opiniones personales y filtros desde todos los departamentos (ventas, técnico,…); era lo normal, a mí me parecía bien.
En tu etapa del 74 al 81, pasaste de Exin a IDISA. ¿Qué lugar ocupaba IDISA en Exin?
A partir del departamento de diseño de Exin, se creó otra empresa, IDISA, con la idea de ofrecer servicios de diseño (no necesariamente de juguetes) a otras empresas que lo precisaran, al menos eso es lo que se nos explicó. Sin embargo, acabó siendo el departamento de investigación y desarrollo en exclusiva para Exin.
Se puede decir que la mitad del tiempo estuve en Exin y luego, la otra mitad, en la calle Padua en Barcelona, ya como IDISA.
¿Había buen ambiente de trabajo?
Sí, ¡ya lo creo!. Éramos buenos compañeros de trabajo, nos reíamos bastante. Fue una época dorada.
¿Eras un poco rebelde?
Más bien diría que eran tonterías de juventud...de cuando éramos hippies!! (Risas)...
Por ejemplo, se buscaba una imagen de seriedad... Nos hacían llevar una americana color beige, a modo de uniforme, pero yo me la quitaba (continúan las risas)...no me gustaba ponérmela…y era motivo de advertencias.
También recuerdo que había una maqueta preciosa en madera del Marlboro McLaren de Scalextric en rojo y blanco, pero con las llantas de color dorado, así que la cogí y pinté las llantas de negro con unos puntitos en los neumáticos de color blanco, para obtener aquel sabor Racing de la Fórmula 1. Pero me lo hicieron quitar todo, por decirlo de una manera suave...
También tuve problemas con el horario. Esperaba ser valorado por los resultados, independientemente de las horas en que hacía el trabajo. No lo consideraba un valor en esta profesión. Muchos días llegaba tarde por la mañana, no lo podía evitar. Cada vez que lo hacía, la empresa me pasaba un bonito parte. Llegué a acumular un buen número de ellos, y al final, me suspendieron de empleo y sueldo una semana.
¿Qué hiciste?
Me fui una semana a Ibiza a broncearme al sol... (risas).
BIENVENIDO A LA FAMILIA MADELMAN
¿Qué recuerdas de Madelman?
Sólo los comentarios que escuchaba, pues yo no trabajaba directamente en esta línea.
Recuerdo que, por aquel entonces, estaban haciendo un caballo para la muñeca Sindy. Era grande igual que ella. Por la razón que fuera, se decidió aprovechar el caballo para la carreta de los colonos. En aquel momento se trabajaba con pantógrafo, y supongo que se ajustó a la escala de Madelman. Recuerdo aquella caravana porque dio muchos problemas con el plástico expandido que simulaba la madera. Fue una virguería, una maravilla, una pieza para quitarse el sombrero.
Acabamos el café y toca cambio de escenario. Castelltort se levanta y me lleva a su estudio. Bajamos las escaleras al sótano, y se nota que se produce un cambio de actitud: percibo unas ganas enormes de enseñarme su trabajo y, claro está, yo aún tengo más.
Busca entre sus cajas, saca una carpeta que pone “EXIN”, y me enseña la primera aportación que hizo para Madelman.
¿Entonces ésta fue tu primera colaboración para Madelman?
Fueron unos dibujos, matrículas y logos que tenían que utilizarse para el helicóptero. Gustaron, y se emplearon para el helicóptero de rescate y el lanzamisiles.
Por fin, después de semanas de espera, consigo encontrarme con el Sr. Ignasi Castelltort, diseñador de Exin en su etapa más gloriosa. Ignasi es conocido, respetado y querido por el amplio grupo de Tente.
Aunque para los coleccionistas y seguidores de Madelman se puede decir que ha permanecido su trabajo en el anonimato, en un momento de su trayectoria se cruzó con ellos, y de aquí mis ganas de conocerlo y revivir esos momentos.
Después de una hora y media de viaje en coche, llego al pueblo donde vive Ignasi. Aunque ya está jubilado, en su casa vive rodeado por toda la historia de su trabajo. Su taller estudio es un inmenso museo de sus diseños y maquetas, combinado con todas las herramientas posibles para diseñar sus propios trabajos.
Me resulta difícil definir al Sr. Castelltort, pero conforme han pasado los días me he atrevido a hacerlo: ante todo, una persona muy educada, respetuoso, acogedor, con una risa contagiosa, agradable y, sobre todo, muy sencillo y humilde cuando habla de su trabajo.
Yo lo definiría como diseñador, artista y creador, apasionado de su trabajo, en resumen, está impregnado de la esencia del trabajo bien hecho y de aquellos años tan nostálgicos. Para mí, un caballero.
Nos sentamos con una taza de café. Yo, para variar, estoy inquieto. Él, muy tranquilo y relajado. Comentamos cuatro cosas y empezamos a charlar de temas en común. Pasados unos treinta minutos, decido no seguir el guión y dejar que la conversación tome su propio rumbo.
LA LLEGADA A EXIN
¿Cómo llegaste a Exin?
Yo estudié en la escuela de diseño Massana de Barcelona.
En el año 74, y, a través de un anuncio en el periódico, vi que Exin buscaba un diseñador industrial. Me presenté y me entrevistó el Sr. Sotelo, responsable del área de diseño y desarrollo en la empresa.
Por aquel entonces había muy pocas empresas que consideraran el diseño industrial. El Sr. Sotelo puso en marcha este departamento, ya que querían darle mucha importancia a la creatividad del diseño antes de pasarlo a oficina técnica. Este mérito hay que reconocérselo.
El caso es que pasé dos entrevistas, incluido un examen…estaba preseleccionado, supongo. Al cabo de un tiempo me llamaron para la última entrevista, esta vez ya con el Sr. Arnau, dueño de Exin.
Siempre me habían gustado las formas de las máquinas, locomotoras, barcos, etc... Por eso me decanté por el diseño. Ya desde pequeño construía mis propios juguetes, barcos, trenes,…con cartulina y papel. Llevé unos cuantos a mi entrevista y, por lo que supe mucho después, finalmente fue el Sr. Arnau quien quiso contratar a la persona que había hecho esas maquetas, ya que el Sr. Sotelo tenía en mente contratar a otra persona.
¿Cómo era el Sr. Arnau?
Un señor muy serio, autoritario, un poco dictador; pero sabía lo que quería, y eso para mí era importante. Además se jugaba su dinero en la empresa, cosa muy admirable. Él era el origen de casi todo lo que se proyectaba. Daba la idea y marcaba los objetivos. Esto tenía su parte negativa porque, sobre la marcha, podía cambiar bastante estos objetivos; pero también su parte positiva, ya que al Sr. Arnau le encantaba el mundo del juguete, y procuraba que todo saliera perfecto.
¿Y cuando entraste, qué es lo primero que hiciste?
Me destinaron directamente a TENTE. Estaba en la oficina de diseño con todo el resto de personas que diseñaban para las distintas líneas: proyectistas, grafistas,… unas seis personas más o menos.
El Sr. Arnau también sabía valorar las iniciativas: sin ir más lejos, los barcos de TENTE los empecé como diversión propia, y él dio su aprobación para desarrollar la nueva línea de embarcaciones.
Se inició un gran cambio dentro de TENTE: nuevos temas, nuevos modelos, etc… Había muchos proyectos que no llegaban a ver la luz: se empezaban a hacer, a dibujar, pero tenían que pasar por multitud de opiniones personales y filtros desde todos los departamentos (ventas, técnico,…); era lo normal, a mí me parecía bien.
En tu etapa del 74 al 81, pasaste de Exin a IDISA. ¿Qué lugar ocupaba IDISA en Exin?
A partir del departamento de diseño de Exin, se creó otra empresa, IDISA, con la idea de ofrecer servicios de diseño (no necesariamente de juguetes) a otras empresas que lo precisaran, al menos eso es lo que se nos explicó. Sin embargo, acabó siendo el departamento de investigación y desarrollo en exclusiva para Exin.
Se puede decir que la mitad del tiempo estuve en Exin y luego, la otra mitad, en la calle Padua en Barcelona, ya como IDISA.
¿Había buen ambiente de trabajo?
Sí, ¡ya lo creo!. Éramos buenos compañeros de trabajo, nos reíamos bastante. Fue una época dorada.
¿Eras un poco rebelde?
Más bien diría que eran tonterías de juventud...de cuando éramos hippies!! (Risas)...
Por ejemplo, se buscaba una imagen de seriedad... Nos hacían llevar una americana color beige, a modo de uniforme, pero yo me la quitaba (continúan las risas)...no me gustaba ponérmela…y era motivo de advertencias.
También recuerdo que había una maqueta preciosa en madera del Marlboro McLaren de Scalextric en rojo y blanco, pero con las llantas de color dorado, así que la cogí y pinté las llantas de negro con unos puntitos en los neumáticos de color blanco, para obtener aquel sabor Racing de la Fórmula 1. Pero me lo hicieron quitar todo, por decirlo de una manera suave...
También tuve problemas con el horario. Esperaba ser valorado por los resultados, independientemente de las horas en que hacía el trabajo. No lo consideraba un valor en esta profesión. Muchos días llegaba tarde por la mañana, no lo podía evitar. Cada vez que lo hacía, la empresa me pasaba un bonito parte. Llegué a acumular un buen número de ellos, y al final, me suspendieron de empleo y sueldo una semana.
¿Qué hiciste?
Me fui una semana a Ibiza a broncearme al sol... (risas).
BIENVENIDO A LA FAMILIA MADELMAN
¿Qué recuerdas de Madelman?
Sólo los comentarios que escuchaba, pues yo no trabajaba directamente en esta línea.
Recuerdo que, por aquel entonces, estaban haciendo un caballo para la muñeca Sindy. Era grande igual que ella. Por la razón que fuera, se decidió aprovechar el caballo para la carreta de los colonos. En aquel momento se trabajaba con pantógrafo, y supongo que se ajustó a la escala de Madelman. Recuerdo aquella caravana porque dio muchos problemas con el plástico expandido que simulaba la madera. Fue una virguería, una maravilla, una pieza para quitarse el sombrero.
Acabamos el café y toca cambio de escenario. Castelltort se levanta y me lleva a su estudio. Bajamos las escaleras al sótano, y se nota que se produce un cambio de actitud: percibo unas ganas enormes de enseñarme su trabajo y, claro está, yo aún tengo más.
Busca entre sus cajas, saca una carpeta que pone “EXIN”, y me enseña la primera aportación que hizo para Madelman.
¿Entonces ésta fue tu primera colaboración para Madelman?
Fueron unos dibujos, matrículas y logos que tenían que utilizarse para el helicóptero. Gustaron, y se emplearon para el helicóptero de rescate y el lanzamisiles.
¿Por qué tengo la impresión de que nunca lo has comentado?
¿Por qué lo tenía que decir? Tú has venido, has preguntado, y así se llega a Roma... (risas).
¿Por qué lo tenía que decir? Tú has venido, has preguntado, y así se llega a Roma... (risas).
“EL CAMIÓN DE IGNASI” ¿REALIDAD O LEYENDA?
No hay que olvidar que el Sr.
Castelltort tenía un talento especial, como todos o la gran mayoría del
departamento de diseño. Se ha pasado la vida realizando proyectos, así
que no fue de extrañar que le llegara un encargo muy especial.
Cuéntame lo del camión o camiones de Madelman. ¿Qué hay de cierto en todo aquello?
A mí me gustaba el tema de los vehículos, como era evidente, y un buen día me llamó el Sr. Arnau a su despacho y me dijo: “Castelltort, podríamos hacer un camión para los Madelman”, y empecé a trabajar.
Hice dibujos de estudio previos para definir dimensiones y qué aspecto tendría. Finalmente, y para ahorrar tiempo y dinero, no encargué ninguna maqueta en madera, como era lo habitual, y la realicé en cartulina, a escala real, y aprovechando asientos del helicóptero.
¿A qué personajes iba destinado el camión?
A cualquiera: militares, sanitarios, casi todos…Pensé que este camión tenía que tener la posibilidad de llevar consigo un remolque con tres contenedores, de manera que, con diferentes combinaciones, podías crear distintas misiones con muchos de los personajes, por eso, realicé una lista de las posibilidades:
A cualquiera: militares, sanitarios, casi todos…Pensé que este camión tenía que tener la posibilidad de llevar consigo un remolque con tres contenedores, de manera que, con diferentes combinaciones, podías crear distintas misiones con muchos de los personajes, por eso, realicé una lista de las posibilidades:
Como no me parecía suficiente, también preparé la opción para que el camión fuera una ambulancia.
Y también aproveché la idea para que fuera un coche de bomberos.
No
era un único camión, tenía muchas posibilidades: de un simple vehículo
pasó a ser algo más complejo. Abarcaba un campo de Madelman que era
evidente que se necesitaba.
¿Y qué pasó?
Pues no lo sé. Estábamos muy al final de la etapa Madelman, y se trataba de una pieza cara en la situación de aquel entonces, así que supongo que no les dio tiempo a realizarla…¡una pena!. Luego ya sabemos lo que pasó con Exin.
¿Entonces en el 81 decidiste irte de IDISA?
Sí, en el 81 dejé la empresa. Pensé que me tocaba cambiar, tan simple como eso. Quería abrir campo y averiguar qué podía pasar. A esa edad te lanzas a la aventura, se tienen más ganas, y menos miedos.
¿Cuándo te volvieron a llamar?
Pocos meses después de mi marcha me llamó el Sr. Arnau. Yo era el “intérprete de los sueños del faraón” (lo dice con todo el respeto). Estuve desarrollando juegos para jugar con agua y en el agua, que finalmente no vieron la luz.
Posteriormente, hice cosas para Scalextric, TENTE, Ibertren, y otras líneas de Exin.
MADELMAN 2050
A principios del 85 cuando el muñeco Madelman 2050 y algún complemento ya existía, ¿te llamaron para continuar con esta labor?
Sí. Me reuní con el Sr. Arnau y me dijo que necesitaban robots, buenos y malos. Robots que en su interior debían acoger “el alma Madelman”, es decir, el personaje. Además, se pretendía, que entre ellos hubiera compatibilidad de piezas, que se pudieran transformar los robots utilizando las piezas de otros. Y así se hizo. Los diseñaba, dibujaba y hacía mis propias maquetas esquemáticas, para presentar las propuestas y, una vez estábamos de acuerdo, las pasaba a la oficina técnica.
El Sr. Arnau me llegó a pedir
pulseras, viseras… para que los niños pudieran llevar puestos los
Madelman encima, y seguir jugando con ellos en el cole. Por ejemplo,
diseñé una pulsera-cápsula para los Madelman. Era curioso porque se
trataba de una cámara criogénica para que el Madelman se pudiera
conservar durante el viaje y después descongelarlo, para devolverlo a
la vida una vez en la escuela…¡como si se pudiera morir!…(risas)...
Finalmente, la idea no cuajó.
Pulsera de congelación Madelman 1987.
También
diseñé un visor-nave para “viajar” con dos tripulantes y desarrollé una
nave-esfera que, al presionarla, se descomponía en dos personajes y dos
artilugios más. Ésta sí se llegó a comercializar bajo el sencillo
nombre de “CLONSTAR: Cosmosfera de intercepción táctica y despliegue
automático pilotada por robots y hombres clónicos”.
Primer boceto nave-esfera y visor-nave para dos tripulantes (año 1987).
Además, desarrollé algunos personajes nuevos:
¿Tu labor para los 2050 fue continuada desde el 85, por lo que veo?
Sí, desde el 85 hasta el 89 tengo estudios datados para ellos.
Desarrollo de un casco para niño que a su vez es una nave (año 1988).
Boceto de nave para dos tripulantes (año 1988). Se coge por el asa posterior con gatillo, y dispara discos volantes por la boca.
¿Te sentiste satisfecho del resultado de esta labor con el 2050?
Francamente,
no mucho. Yo me lo imaginaba de otra manera, como más tecnológico.
Cuando lo vi con aquellos extraños colores, me quedé muy sorprendido.
Pero, como siempre, es el mercado quien impone las reglas.
Robots (año 1988).
Vehículo biplaza con ruedas que se transforma en nave voladora (año 1989).
UNA HORA DELANTE DEL ORDENADOR
Es curiosa la sensación que causa ver fotos que parecen que fue ayer. Sólo las vestimentas de los 80 delatan el paso del tiempo. Fue precioso el detalle que tuvo el Sr. Castelltort conmigo, y cómo demostró confianza al explicarme anécdotas personales, algunas de las cuales muy divertidas.
Resultó excitante ver los departamentos de Exin trabajando, la gente sonriendo y, sobre todo, un punto en común en todas las fotos: juguetes y más juguetes por todos los sitios.
Por último, puedo asegurar que cada integrante del departamento de Exin tenía su cometido concreto pero, en el caso de Ignasi, es evidente que era polivalente, con alma de creador y capacitado para realizar cualquier proyecto, porque realmente era y sigue siendo un artista imposible de encasillar.
Agradecimientos:
Jon Diez de Ulzurrun, por las fotos en color del helicóptero de rescate y el lanzamisiles.
Jon Diez de Ulzurrun, por las fotos en color del helicóptero de rescate y el lanzamisiles.
8 comentarios:
¡Qué enorme talento el del Señor Castelltort! Claro ejemplo de una época irrepetible en el diseño industrial juguetero de este país. Y qué fantásticas creaciones se quedaron en el tintero.
Gracias por sus creaciones, y enhorabuena por la entrevista, un trabajo fenomenal que transmite la pasión por los creadores y sus obras!
Fantástica entrevista
¡ESTOY ALUCINADO CON LOS BOCETOS DE LOS NUEVOS VEHÍCULOS Y FIGURAS DE MADELMAN 20050! y el Camión, joer!! que maravilla y que polivalente, en fin amigo "Madelmantriste" desde el "Bunker de Recoil" y todo su staff, te damos la enhorabuena por tener la gran suerte de entrevistar a esta "leyenda viva" del juguete Español, y de uno que marco bastante una época, que maravilla son los "Madelman 2050" y lo que pudieron llegar a ser, una verdadera pena.
He quedado alucinado con la "visión de futuro" con los diseños de por ejemplo "La pulsera cápsula" me parece una gozada de idea.
Luego el boceto de la "Nave-Esfera" es acojonante!! ¿Quién quiere realidad virtual, cuando puedes tener tus Madelman 2050 delante de tu cara en una nave espacial? un flipe la verdad!!
Y ya la guinda del pastel, es el "Casco-Nave" simplemente alucinante!! el diseño muy estilizado (de la nave...) y por lo general super desmontable y la mar de jugable, en resumen, he disfrutado muchísimo de esta entrevista, una pena que todo esto se haya quedado en eso, en bocetos.
Un saludo y lo dicho para mi, uno de los mejores artículos de este blog junto con los otros dos del Ilmo. Sr. Lluís Bargalló.
Me gusta mucho,
Increíble muy interesante
Hola.
No entiendo por qué se barajan siempre que se habla de MADELMAN 2050 fechas inexactas o inciertas, como 1985...
MADELMAN 2050 fue una copia española del GIJOe americano y del Starcom. Juguetes que a España llegaron en 1988, por lo que antes de esa fecha es absurdo simplemente hablar de ello.
Llevo coleccionando juguete articulado desde 1981, tengo 44 años... y conozco y recuerdo claramente la mayoria de fechas que coleccionistas más jóvenes no recordais porque teniais 5 o menos años en 1988 y yo ya tenia edad para recordar bien las cosas.
Las fechas de diseño, las ignoro, pero las de comercialización en España de Madelman 2050 fueron desde abril de 1988 hasta fines de 1989.
Luego se acabó.
Jorge.
Gracias por tu comentario, Jorge. Efectivamente la comercialización de Madelman 2050 empezó en el 88. En ningún momento se dice que se comercializaran en el 85. La existencia de bocetos, diseños y prototipos entra dentro del proceso industrial, así está atestiguado.
El Señor Castelltort, diseñador de Madelman y de Madelman 2050, cedió las imágenes de los diseños tempranos para vehículos y figuras y el articulista transmite sus palabras. No podemos dudar de tu memoria porque es acertada, como tampoco dudamos de la palabra del diseñador ni de sus pruebas gráficas.
Un saludo y gracias por leernos.
Hola, comento lo que lei en el texto vuestro. Aquí debajo os dejo la parte que comento.
Por eso dije que me extrañó sobremanera. Sólo es eso.
Quizá lo que el señor refiere es que en 1985 comenzó a desarrollar ideas, pero desde luego salida al mercado español: marzo de 1988.
Gracias. Saludos.
Jorge.
MADELMAN 2050
A principios del 85 cuando el muñeco Madelman 2050 y algún complemento ya existía, ¿te llamaron para continuar con esta labor?
Sí. Me reuní con el Sr. Arnau y me dijo que necesitaban robots, buenos y malos. Robots que en su interior debían acoger “el alma Madelman”, es decir, el personaje. Además, se pretendía, que entre ellos hubiera compatibilidad de piezas, que se pudieran transformar los robots utilizando las piezas de otros. Y así se hizo. Los diseñaba, dibujaba y hacía mis propias maquetas esquemáticas, para presentar las propuestas y, una vez estábamos de acuerdo, las pasaba a la oficina técnica.
increible trabajo
este camion se ve tan actual hoy en dia ,que seria un privilegio el poder adquirid mas de una unidad ...en sus multiples versiones
gracias por ese gran talento
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