Mi
primer reportaje para los Madelman no puede ser otro que para Lluís
Bargalló,
ilustrador, pintor, modelista y diseñador de una parte muy importante
de los
Madelman, faceta del cual me quedo sorprendido pues desconocía.
Hace
medio año contacté con el Sr. Bargalló como fan de su trayectoria en el
mundo
de la ilustración; personaje venerado, querido y elevado a mito por
todos los
fans de Scalextric, Ibertren, Tente, Exin y Madelman. En mi primer
correo
electrónico, muy escueto, transmití mi admiración y profundo respeto a
una de
las grandes leyendas vivas de la ilustración en el sector del juguete
en España.
Tras
seis meses de enviarnos correos electrónicos, siempre contestados con
amabilidad
y simpatía, le solicité, más que una entrevista, una charla, puesto que
yo no
soy periodista. Su mujer Mª Rosa me facilitó el día y hora.
Llega
el día. Aparezco en el estudio que tiene en la ciudad de Barcelona con
puntualidad inglesa. En un segundo me asaltan todos los síntomas
posibles:
nervios, miedo, ¿qué me espera?, ¿cómo será?, ¿me atenderá bien?, y un
largo cúmulo
de sensaciones, incluida la de querer dar media vuelta e irme por donde
había
venido.
La
primera persona en recibirme es su mujer, que me acompaña por el
pasillo hasta
el estudio de Bargalló. Él se encuentra dibujando en su mesa, como no
podía ser
de otra manera. El recibimiento es tan cálido y cariñoso por parte de
los dos
que, en sólo un par de minutos, hacen que me sienta cómodo y
desaparezcan los
temores de hacer preguntas.
La
imagen y carácter de
Lluís Bargalló confirman todo lo que había escuchado sobre él y están a
la
altura de toda su obra. Muchos de los personajes son una complicada
conjunción del
dibujo, su presencia, su manera de hablar, su educación y sobre todo su
mirada
tan profunda y expresiva, como la de todas sus obras.¿Cómo te iniciaste en el mundo de la ilustración?
Yo
vengo de una familia acomodada. En los años 40 en casa teníamos tres
coches y
dos sirvientas.
A
los 7 años mi padre murió y todo se fue al traste, un cambio muy duro.
He
tenido una infancia brutal: con 12 años, de 6 a 9 de la mañana, me
dedicaba a
repartir cestos de ropa mojada, que iban chorreando agua y pesaban
muchísimo,
del lavadero del barrio a casas particulares. Me pagaban 25 céntimos
por viaje
y con eso podía comprar 1 peseta de comida que mi madre me preparaba.
Ese era
mi almuerzo, comida, merienda y cena de todo el día. Después del
reparto me iba
a un taller mecánico y me pasaba todo el día golpeando con un mazo de
15 kilos
hierro. Estaba siempre agotado, extenuado.
El
tiempo que me quedaba libre no quería ir con mis amigos, sólo quería
dibujar. Dibujaba
literalmente hasta las paredes de mi casa.
Había
una pequeña imprenta en el barrio. De vez en cuando el dueño me
encargaba
cosas, etiquetas…no recuerdo muy bien,…tonterías. Un día, al entregar
un
trabajo, había un corredor de publicidad, un tal Sr. Botey, que me dijo
que
fuera a Gráficas Manen (en la Calle Diputación de Barcelona) de su
parte y que
explicara que quería profesionalizarme. Fui allí, y cuando me senté en
una mesa
y vi todo aquel material de dibujo, se me caía la baba…piensa que yo
dibujaba
con trozos de lápiz, no me los podía comprar. Cuando acabó la semana me
pagaron
mi primer trabajo: un bote de crema para zapatos. Me dieron el doble de
lo que
ganaba repartiendo cestas y picando hierro.
“¡¡¡SE
ME ABRIÓ EL CIELO!!! DESDE ENTONCES NO
HE PARADO. DIBUJO HASTA DURMIENDO.”
¿El
inicio de la relación con Exin?
Finales
de los años 60. Yo fui director de arte de 35 grafistas en la agencia
Reclamo.
Estando allí, contactó conmigo Exin y empecé a dibujar Ibertren y
Scalextric.
Entonces llegó un punto que decidí independizarme como “free lance”.
Estaba
cansado de hacer de jefe y aguantar cada día atanta gente…es complicado
el
carácter del dibujante.
Me
puse por mi cuenta con el temor de no saber qué pasaría. Empecé a dar
voces
aquí y allá buscando mis primeros trabajos hasta que, al cabo de un
mes, recibí
la llamada del Sr. Sotelo, el lugarteniente del Sr. Arnau, dueño
absoluto de
Exin. Me propuso continuar con el trabajo que realizaba con la agencia
Reclamo,
puesto que lo que quería el Sr. Arnau era aquel ilustrador de tanto
talento. A
partir de entonces fue increíble: Madelman, Tente, Scalextric,
Ibertren, Exin básquet
y futbol, pósters, folletos,...me acapararon de tal manera que tuve que
dejar
todos mis clientes y dedicarme exclusivamente a ellos.
Usted
llegó a tener reuniones de producción constantes en Exin, ¿Cómo eran?
Cuando
me llamaban para
hablar de nuevos modelos de Madelman, el Sr. Arnau me recibía y me
cogía del
brazo. Él era un señor muy serio, muy recto, la gente le tenía un
respeto
exagerado, incluso miedo, pero era un señor. Nos sentábamos en una gran
mesa
con toda la plana mayor y el staff de Madelman. Cuando yo realizaba una
observación, o tenía la intención de intervenir, el Sr. Arnau hacía
callar a
todos los presentes siempre con la frase: “Bargalló,
¿qué decías?”. El Sr. Arnau me hacía sentir único; con los
años fuimos
amigos íntimos… (se ríe).
¿Cuál
fue su primer trabajo para los Madelman?
La
caja azul. Me acuerdo ahora que me la enseñas..¡¡¡caramba...son más de
veinte
años!!!. Sí, la hice yo. No el logo pero sí las ilustraciones.
¿Conservas
alguna caja?
Ni
una. Siempre lo devolvía todo…menos algún coche que me quedó de
Scalextric. Los
guardaba, pero finalmente mis nietos jugaron con ellos hasta
destrozarlos.
¿Qué
te parece que se llegue a pagar más de 3000€ por estas cajas?
Asombrado,
yo soy el primer sorprendido...un disparate. (se produce un largo
silencio con
sonrisa incluida).
¿A
continuación, dentro de la primera generación Madelman, vinieron tus
ilustraciones de los equipos individuales?
Sí,
yo me cabreaba porque tenía un espacio muy limitado en la parte
delantera, así
que tenías que mirar la parte trasera para ver mi obra. El troquelado
muchas
veces “capaba” mis dibujos porque primaba el muñeco y accesorios, no
era como
en Scalextric.
¿Fuiste
alguna vez a Madel, en Madrid?
Todo
se controlaba desde la fábrica de Exin en Molins de Rei. Al único que
conocía
era a Francisco Andrés, que era quién llevaba la línea de montaje en
Madrid.
El
Sr. Arnau cumplió el sueño de Madel de hacer un muñeco articulado. En
esa época
estaba Vicente Puig, que era clave en el desarrollo de los accesorios y
ropa.
Era modelista, muy competente, tenía algo innato, y fue el artífice de
la
primera generación. Aún así, sus opiniones no contaban mucho, aunque el
Sr.
Arnau sabía que lo necesitaba.
¿Te
daban algún prototipo de Madelman para inspirarte en tus ilustraciones?
Hacia
el final me empezaron a dar algo, ya no lo conservo. Yo siempre hacia
unos
bocetos previos con rotuladores, en color o en blanco y negro
indistintamente.
Me reunía con el Sr. Arnau, lo miraba, comentábamos cambios, se hacían
las
modificaciones, y entonces pasaba a hacer el dibujo final.
“TODAS
LAS CABEZAS DE LA SEGUNDA Y TERCERA GENERACIÓN HASTA EL FINAL DE EXIN
ERAN
DISEÑOS MÍOS QUE YO MODELÉ. FUE UN ÉXITO.”
¿Con
tus ilustraciones e ideas crees que conseguiste influir en el proceso
de diseño
de algún modelo de Madelman a nivel estético?
Sí.
Un buen día, el Sr. Arnau me llamó para que fuera a su despacho. Me
preguntó si
me veía capaz de crear las nuevas caras de Madelman, lo que vosotros
llamáis de
segunda generación. Ellos tenían en mente un muñeco con unos ojos de
cristal y
un aspecto que parecía Frakenstein, era una mierda aquello, con
perdón…¡vergonzoso!.
Le dije al Sr. Arnau que me veía capaz de hacerlo, y él me contestó:
“Inténtalo”.
Me
puse a ello y disfruté como nunca: el Suárez (que tengo que decir que
no está
inspirada en Adolfo Suárez), el Cuatrero, los Indios, el
Colono,…¡todos!.
Querían
una cabeza para
cada personaje. Aunque las hubieron, al final la del “Suárez” fue la
que más se
utilizó.
Estudio
previos de Bargalló utilizando fotos de sus cabezas modeladas.
Fuente:
Archivo
personal del Sr. Bargalló.
Por
aquel entonces, igual que ahora, me gustaba modelar; así que empecé
haciendo
cabezas de barro de unos 15 centímetros de altura. Ya no eran tan
infantiles, y
era mi forma de ver los personajes que acompañarían a mis
ilustraciones,
formando un todo más homogéneo.
Modelo
de cabeza en barro del archivo personal del Sr. Bargalló.
No
recuerdo haber leído nunca esta faceta tuya. He visto alguna foto de la
cabeza,
pero desconocía muchos detalles…
Yo soy un
fan de mi trabajo. Fue una época
gloriosa. Cuando viene a visitarme algún fan de Madelman vuelvo a
meterme en
ese mundo, al igual que me ocurre con el resto del trabajo que hice
para Exin.
Bocetos
para la serie Oeste antes de modelarlos
en barro.
Fuente:
Archivo personal del Sr. Bargalló.
¿Por
qué no te dejaban firmar las cajas?
El
Sr. Arnau tenía miedo de que Geyperman u otra
casa me viniera a buscar. Quería que me ignoraran, que nadie me
conociera. Recuerda
que yo no pertenecía a Exin.
¿Cuánto
tiempo dedicabas a cada proyecto? ¿Dibujaste algun Madelman que luego
no
saliera al mercado?
Cuando
me pedían algo era para la semana
pasada, y no tenía tiempo para dedicarme a nada más. Tenía que
presentar
dibujos sin parar.
Cuando
se pensó en los Madelman que iban a aparecer, se dibujaron
muchos bocetos de muñecos que finalmente no aparecieron…hace tantos
años que no
puedo recordarlo.
Tengo un
pirata dibujado que nunca se hizo y
tuve que parar el dibujo (me lo enseña su mujer), pero no puedo decirte
más.
¿Hay
algún logo de Madelman que sea tuyo?
Sí, el de
los equipos. Tenía que estar
integrado en la caja junto con la ilustración. El degradado que hay en
las
cajas también fue una idea mía que se respetó. En resumen, el diseño
general
era mío. Llegó un punto que se respetaba al 100% mi obra, y eso para mí
era un
motivo de orgullo y un gran estímulo para seguir con dedicación y
entrega
absoluta.
¿Cómo
recuerdas el final de Exin?
Con
motivo de los 20 años que hacía que
trabajaba para ellos, invité al Sr. Arnau y a los suyos a comer en un
conocido
restaurante de Barcelona. En un momento de la comida, el Sr. Arnau me
preguntó
si tenía alguna factura pendiente de cobro, y yo le comenté que tenía
un par
pero que el cobro era a los tres meses. Me dijo que fuera al día
siguiente a
cobrarlas, y así lo hice, y las cobré…¡como siempre!. Al cabo de 24
horas me
llamaron de la agencia Opening, que era quién llevaba el tema de la
publicidad,
para decirme que Exin había hecho suspensión de pagos. Me quedé de
piedra.
¿Cuándo
acabó Exin se acabó Madel?
Se
acabó todo. Un final muy triste. Fue “sálvese
quien pueda”. Volaron matrices, moldes,… todo.
¿Recuerdas
algo de los últimos días en la fábrica?
Los
trabajadores lo cogieron todo y montaron
un mercadillo fuera para venderlo todo. No quise ni verlo ni ir.
¿Qué
pasó con todo tu material original de más de 20 años de trabajo?
Mucha
cosas se vendieron en el mercadillo. Sé
que entre los dos hijos del Sr. Arnau hubo discusiones diabólicas para
hacerse con
una parte de mis trabajos. Regalaban originales míos a particulares,
que ahora cuelgan
en despachos de abogados y médicos.
¿Después
del cierre, mantuviste la relación con el Sr. Arnau hasta su muerte?
Sí,
siempre. Cuando él estaba ya muy enfermo,
su hijo me llamó para que lo fuera a visitar. Se alegró muchísimo de
verme, él
estaba sentado con su traje. Fue una gran persona, al menos conmigo.
Fue un
señor en todos los aspectos, y a día de hoy lo recuerdo mucho.
¿Cuando
se reeditaron los Madelman a través de la colección de Altaya, alguien
pidió tu
colaboración?
Sé
que Pedro Lozano intentó que me pidieran
las ilustraciones a mí, pero todo quedó en nada.
¿Ahora
que llegará el 50º Aniversario de Madelman te han pedido algo?
No,
sólo comentarios de seguidores.
¿Te
arrepientes de algo en tu etapa con Exin?
No,
no.
¿Qué
piensas del Madelman 2050?
No
lo conozco.
¿Quieres
contarme algo más?
Mis
amigos y aficionados me dicen que no me
prodigo como debería. Nunca he ido a sitios para darme a conocer o
promocionarme. Mi mundo es este. Pinto para quien quiero y cuando
quiero, y procuro
cobrar lo que me merezco.
¿Alguna
cosa que quieras decir y no te haya preguntado?
No.
El
Sr. Lluís Bargalló este año cumplirá 84
añitos, y sigue cada día dedicándose a lo que más le gusta: dibujar. El
trabajo
se le amontona pero no parece preocuparle.
Sus ratos libres los
dedica a leer los correos electrónicos que le llegan, muchos de aquí, y
unos
cuantos del extranjero. Los contesta todos con cariño y mucha
paciencia. Dos
días a la semana imparte
clases a alumnos que él se ha
encargado de seleccionar, porque no les puede dedicar más tiempo.
Podía
haber incorporado muchas más cosas a la
transcripción de la entrevista que tuve con Bargalló, pero no lo he
hecho
porque considero que pueden vulnerar su intimidad. Quedarán grabadas de
por
vida en mi memoria.
Quiero
agradecer a Lluís Bargalló su atención
y, en especial, a su mujer Mª Rosa por todo el material que me ha
proporcionado.
Ella es la musa y memoria complementaria de Lluís, aparte de ser la
responsable
de la gran tarea de mantener vivo todo el archivo gráfico. Agradezco
que me
enseñaras la ilustración del pirata que nunca llegó a comercializarse.
9 comentarios:
Este artículo me ha dejado anonadado. Poca historia de Madelman conozco pero el arte de Lluis Bargalló, gracias a amigos madelmaneros, es una de las cosas que sabía. Descubrir los detalles de su paso por EXIN y de sus experiencias ha sido muy ilustrativo y sorprendente.
¡¡¡¡BRAVO!!! Mis más sinceras felicitaciones al autor de esta entrevista, la verdad es que he flipado en colores, por fin, puedo ponerle cara a la persona que hiso grandes trabajo de arte, en cajas tan míticas como "Titanes del Mar" de TENTE, en serio he disfrutado muchísimo leyendo esta entrevista.
Larga vida a los Gloriosos Madelman, y a la desaparecida "EXIN" empresa que lo dio todo y que dio a conocer al resto del mundo auténticos juguetes Españoles.
Saludos desde "El Bunker De ReCoiL"
No soy aficionada a los madelman, era niña y en aquella época eso contaba mucho, sin embargo puedo entender la emoción de la lectura por parte de los aficionados porque el trabajo y el esfuerzo en cualquier obra bien hecha es fácil de reconocer. Ahí estáis los entusiastas de estos productos como prueba de la historia sentida de nuestros juegos. Me ha gustado mucho la lectura. Mariquita Pérez.
Una entrevista concisa y preparada. Es una auténtica maravilla que podamos entrar en la historia española de algo tan vivo como son los juguetes, y descubramos al artífice que está detrás de los Madelman. Una lectura diferente y enriquecedora.
Una gran entrevista, con un gran contenido de referencia y con un personaje muy humano, pero sobretodo gran profesional.
Un buen entrevistador y un buen entrevistado da un resultado excepcional, como es este caso.
Grandes recuerdos y satisfacciones me han vuelto a la mente conforme iba leyendo, gracias al entrevistador por hacerme recordar esas emocionas ya casi olvidadas.
Es claro para mí que Madelam es el equivalente de G.ijoe en España.
Tienen un Pequeño Legado muy Sui Generis, que es de apreciarse.
Con todo el respeto que se merece y Honor a quien Honor Merece.
Muchas Felicidades!
En México no fue de mucha aceptación del gusto de los coleccionistas las figuras de 12" aún cuando era la época, sino más bien las figuras de 3 3/4" y/o 3.75 cuando llegaron hasta ya entrado los años 80'S. Y eso con antelación ya habían sido producidas las de Star Wars (marca Lili Ledy) a finales de los años 70'S que habían sido un Hit, de la misma manera por eso entraron en el mercado el mismo tamaño figuras de G.i.joe, con el nombre de Comandos Heroicos, que fueron incluso mejor presentados y/o empaquetados que en U.S.A. en pequeñas cajas al estilo Madelam, solo que más pequeñas.
Saludos!
Feris
Me ha emocionado y encantado la entrevista! Muchas gracias, felicidades!
Estupenda entrevista, genial por la difusión.
Un saludo.
Muy buena entrevista!...lamentablemente, para los que aún no se hayan informado, el maestro Lluis Bargalló falleció ayer, 15 de febrero a causa de una insuficiencia respiratoria. Fue mi profesor de Ilustración y un amigo...lo conocía desde 1991. Gràcies Lluis per conèixer! DEP.
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